Se dice que tres cosas tenemos que hacer en esta vida: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Mucha gente no lo hace, pero a mí sí me gustaría. Soy muy joven para tener un hijo, pero cualquier momento es bueno para plantar un árbol, ¿no?
¿Y escribir un libro? Eso es más complicado. Muchos dicen que hay que tener talento, que el escritor nace, que hay que tener imaginación. Desde mi punto de vista el escritor no nace, sino que se hace. Y se hace a través de la lectura y de la curiosidad por entender el mundo, por indagar. Es cierto que hay que tener algo de destreza y dedicarle tiempo, pero ¿por qué no?
De hecho no tenemos que tener grandes expectativas. Podemos simplemente escribir algo para la familia, que lo lean los amigos. No debemos ser ambiciosos y querer ganar el Premio Nadal de Literatura. Aunque no estaría mal...
No sé si algún día escribiré alguno, de hecho está entre las metas que quiero alcanzar durante mi vida. Y es que desde muy pequeña siempre me gustó escribir, y decidó, no sé por qué razón, que algún día escribiría un libro, y me encantaría que fuera literatura infantil. Ayer me pidieron que escribiera una novela: "Patri, ¿por qué no escribes un libro? Y ponme a mí de protagonista". A lo mejor lo hago.
Tengo todo el tiempo del mundo para hacerlo, y hay miles de historias para contar. Lo único que necesito es un poco de paz. Me encantaría ponerme ahora mismpo, pero como buena futbolera que soy, esta noche no me puedo perder el clásico, el partido que enfrenta al Real Madrid y al Barcelona.
Quizás empiece mañana...
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