lunes, 17 de mayo de 2010

Bendita imperfección

La perfección no existe. Eso está claro. Pero podemos soñar con ella ¿no? Es decir, aunque no exita, podemos pensarla, imaginarla, soñarla...pero no podemos alcanzarla. El problema aparece cuando nuestra única finalidad es llegar a ella.

Nunca estaremos contentos con nosotros mismos, siempre creeremos que pudimos haberlo hecho mejor, nunca nos sentiremos orgullosos de nosotros mismos, pues sólo nos exigiríamos más... ¿Cómo podemos cambiar esto? Me encantaría saberlo para librarme de una carga muy pesada. Me encantaría sentirme libre de cualquier sentimiento de culpabilidad por unos momentos, ser capaz de estar orgullosa de mí misma, de valorar lo que hago y aceptarme tal y como soy...

Pero esto es difícil, y más cuando tus logros se han visto como mera responsabilidad, cuando tus buenas acciones son tratadas como obligaciones, cuando el reconocimiento de tu trabajo nunca llega. Ni siquiera por parte de aquellos que te quieren... Pero lo importante es quererse uno mismo, estar seguro de lo que haces y de lo que sientes, no dejarte guiar por la envidia de nadie, y creerte alguien en este mundo... ¡Pero qué difícil es hacer esto!

Nadie me dijo que la vida de un adulto fuera tan complicada. Aunque, lo cierto, es que asumí este rol cuando todavía no me tocaba.

1 comentario:

  1. ... y escuchas cosas tales como "qué bien estaba todo, pero había alguien que lo hizo mejor".

    Pues nada, lo siento, volveré a intentarlo de nuevo.

    Y seguramente, al final del todo, cuando menos te lo esperas, una persona se dará cuenta de eras tú desde el principio.

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