Sí, lo sé, hace varios días que no escribo. Pero es que este lunes empiezan los exámenes y ya me viene el estrés, las ojeras, los granos... en fin...cosas de ser estudiante. Pero hoy he tenido una grata sorpresa.
¡He visto a mi amiga Carla después de 2 años! La echaba muchísimo de menos, y por un momento he creído que estaba soñando. Desde que mis padres se mudaron a Cádiz no he vuleto a ir a Las Palmas y, por tanto, no la había visto. Pero este fin de semana le celebran la despedidad de soltera a la hermana y han decidido hacerlo aquí, en Salmanca. Para que luego digan que las fiestas no traen cosas buenas...
Carla es mi amiga de toda la vida, desde que tenía 4 años. La adoro porque es muy comprensiva y tiene un corazón enorme. Siempre está ahí cuando la necesitas, y siempre con una sonrisa en la cara. Eso es lo que más me gusta de ella. Ella siempre fue la loca del grupo, y yo la más sensata... no es que sea una virtud, a veces ha sido un gran inconveniente.
De pronto hoy me han venido un montón de recuerdos, muchos momentos juntas, de pequeñas, jugando durante horas y horas a las muñecas, hablando sobre chicos, preparando spaguettis con tomate y cebolla, tomando café por las tardes o viendo los vídeos de los 40 principales... Por un instante deseo volver al pasado, pero me doy cuenta de que es imposible, de que la grandeza de estos recuerdos se encuntra en eso mimso, en poder pensarlo y revivirlos en el corazón.
Gracias por venir y darme un fin de semana diferente.