miércoles, 31 de marzo de 2010

Los demás


A veces tengo la impresión de que la gente se aleja de mí. Cuanto más los necesito, más lejos y distantes están. Pero también me ocurre lo contrario: cuando se preocupan por mí o me dan cariño, los mandaría a tomar... En fin, que no siempre se tiene lo que se quiere.

Después de reflexionarlo, creo que es mi estado de ánimo el que altera mi percepción sobre los demás. Es decir, es mi mente la que hace que ellos se alejen o se acerquen. No todo es constane. ¡Qué aburrido si así fuera! La gente se levanta de diferente humor, con diferentes ganas de hacer cosas. Hay días nublados que nos parecen maravillosos, y otros soleados que nos parecen un horror. Pero así es la vida, a veces estamos arriba y otras, abajo.

Y qué difícil es mantenerse siempre arriba, pero debemos intentarlo. Hay muchas cosas que consiguen que saquemos una sonrisa, hasta en el peor momento: un chiste, la risa de un niño, un comentario gracioso, un beso o un simple mensaje en el móvil.

Y también hay momentos en lo que necesitamos la compañía de alguien en especial. No siempre podemos estar con quienes nos apetece. Tenemos que conformarnos con hablar por teléfono. Pero a veces me planteo: y si no estuviera,¿qué sería de mí? No puedo depender tanto, necesito estar a gusto conmigo misma, con independencia de las personas que me acompañen. Me resulta muy difícil estar bien sola, porque como dijo Aristóteles: "el hombre es un ser social por naturaleza".

No debemos depender de los demás, pero sí tener un punto de apoyo en ellos. Sin embargo hay gente que no se merece ningún tipo de apoyo, porque deberían haber pensado en las consecuencias antes de hacer ningún tipo de acción. Y si no que se lo digan a Jaume Matas.

martes, 30 de marzo de 2010

Pesadillas


Suelo tener muchas pesadillas. Pero no son sueños donde aparecen fantasmas o asesinos o ladrones. Lo que ocurre en ellos es que me hacen daño, pero a los sentimientos. Siempre termino llorando y despierto con un fuerte suspiro. "Todo ha sido un sueño", pienso. Por un instante no sé qué ocurre, estoy confusa porque aunque sé que estoy en la cama, tengo la impresión de que todo lo que soñado ha sido verdad.

Dicen que todos tenemos siete sueños durante la noche, aunque sólo solemos recordar los dos últimos. Pero únicamente recordamos los sueños si no hemos descansado, si nuestra mente ha estado trabajando mucho. Si por el contrario dormimos profundamente y sin pensar en ninguna preocupación, no nos acordaremos de nada a la mañana siguiente.

Yo todos los días me acuerdo de alguno, incluso hay veces que recuerdo tres. Es obvio que no descanso, y aunque siempre trato de irme a la cama con pensamientos positivos, las pesadillas me visitan todas las noches.

Pero lo preocupante sería que la pesadilla continuase en la vida real, por suerte las mías terminan justo en el momento en el que despierto, pero para otras muchas personas esto no es así. Sus malos momentos les acompañan a lo largo de todo el día.

Y yo me pregunto, ¿tendrán pesadillas aquéllos que se burlan de los demás, que hacen la vida un poco más difíl al resto? He leído hoy una noticia que me ha dejado impactada: "El socio de Berlusconi: "Invito a los inmigrantes a volver al desierto a hablar con los camellos o a la selva con los monos".

¿Podrá este hombre dormir con la conciencia tranquila? Espero que no, y que se pase la noche soñando que está sólo en la selva o en el desierto. ¡Que merecido se lo tiene!

Aquí os dejo el enlace a la noticia por si queréis leerla entera

http://www.elconfidencial.com/mundo/italia-apuesta-xenofobia-20100330.html

lunes, 29 de marzo de 2010

Por culpa de una barbacoa


Ayer no pude escribir nada, no pude plasmar mis pensamientos en un post. No tuve tiempo. Desde que me levanté hasta que me acosté anduve de aquí para allá, ayudando a mi madre en casa y disfrutando de la familia y de una buena barbacoa. Y es que los domingos suelen ser un día familiar, de reunión y de intensas conversaciones.

Estuvimos en casa mi tío. Hicimos una pequeña barbacoa para aprovechar el maravillosos día que se despertó ayer aquí, en El Puerto. No paré de comer en todo el día, ¡cómo se nota que estamos de vacaciones!

Pero hoy hemos vuelto a la rutina. Así que vuelvo a escribir, a comer menos y a cuidar más de mi hermano. Como veis, nada interesante. Es muy difícil contar algo nuevo cada día, tratar de descubrir nuevas ideas, de destapar algunas verdades o de ser capaz de mostrar nuevos pensamientos.

Envidio la imaginación de algunos, la capacidad de innovar y de fascinar a todos. Esa nunca fue mi virtud (la verdad que todavía no sé cuál es mi virtud). Lo cierto es que, con todas las cosas que pasan en el mundo, yo no soy capaz de mostrarlas aquí.

Cree este blog con la intención de hablar de cosas que me ocurrieran o que me pasaran por la cabeza. Porque para hablar de la realidad ya están los periódicos ¿no? Pero creo que es necesario mostrar parte de esa realidad, de esos acontecimientos que están ocurriendo a nuestro alrededor. Corrupción, terrorismo, reproches, secuestros, asesinatos... Escuchamos tantas tragedias a diario que no nos vendría mal escuchar cosas más gratificantes.

En lo sucesivo trataré de aportar alguna dosis de relidad retocada con tintes idealistas o de imaginación.

El próximo domingo no fallaré.


sábado, 27 de marzo de 2010

De frente con la vida


¡Qué rápido pasa el tiempo!, los años, la vida... Recuerdo cuándo era pequeña y estaba deseando cumplir dieciocho años, creía que era el paraíso, la libertad absoluta, poder salir y entrar cuando quisiera, tener independencia... ¡pero qué engañada estaba!

También recuerdo que cuando decía a la gente que quería tener 18 años todos me decían: "Una vez que cumplas la mayoría de edad los años se te van a ir volando". ¡Y qué sabia es la voz de la experiencia! Los años se me pasan como si fueran días, sin darme cuenta tan sólo me quedan unos meses para terminar 4º de carrera y entrar en mi último curso universitario, en el último curso de mi felicidad, de mi época con "no muchas responsabilidades". Dentro de unos años tendré que enfrentarme a la realidad.

¡Viva la vida de estudiante! Es una experiencia inolvidable. Conoces a mucha gente, compartes tus experiencias, conoces nuevas formas de pensar y de vivir, y además aprendes a ser independiente, autosuficiente (aunque papá y mamá nos manden dinero). Es una auténtica lección de vida.

Pero todo lo bueno se acaba, por mucho que intentemos aferrarnos a ello. La realidad siempre se cruza en tu camino y te demuestra que fuera de la facultad, de los viajes, de los amigos, de los exámenes y de las fiestas, se encuentra un mundo de dificultades, de zancadillas, de carrera a contrarreloj.

A pesar de esta visión tan pesimista, a veces tengo la necesidad de toparme de frente con esta nueva vida para ver cómo soy capaz de afrontarla. Hay que superar cualquier reto y sentirse orgulloso de uno mismo.

viernes, 26 de marzo de 2010

De vacaciones


Espero que me cierre la maleta. Sólo me quedan unas horas para coger la guagua (autobús) e irme a casa. ¡Por fin llegan las vacaciones!

No soy una apasionada de la Semana Santa, pero voy a ver algunas procesiones, sobre todo porque a mi hermano pequeño le gusta mucho ver a los penitentes. Pasamos un rato divertido viendo como los niños recogen la cera derretida de las velas y las van amontonando en una enorme bola, que crece y crece año tras año.

Me encanta como se pone el centro de la ciudad. Todo el mundo sale a la calle (haga frío o salga el sol). Las aceras están repletas de puestos de chucherías y los niños no paran de pedir cosas. La luz de las velas de los penitentes marcan el camino y el silencio se apodera de todos. Las calles se convierten en una alfombra de colores auspiciadas por los gorros de los penitentes: morados, rojos, azules, negros, blancos... Y el olor a incienso se convierte, por unos instantes, en el único protagonista, junto con la imagen de la Virgen y el Señor.

A pesar de mi poco entendimiento sobre estas fiestas, me gusta ver como la gente se entrega a ellas, como muchos siguen adelante gracias a la fe que estos días pulula por la calle. Espero que todos pasemos estas fiestas con alegría y respeto.

Por ahora, voy a intentar cerrar la maleta.

jueves, 25 de marzo de 2010

Paraísos al alcance

Existe un lugar en este mundo donde se esconden tesoros, tesoros llenos de significados y que se nos presentan en forma de números y letras, de cuentos, de canciones y de dibujos. Millones de tesoros, de historias inimaginables, de mundos paralelos y también de grandes dosis de realidad, de hechos pasados, de personas extraordinarias y de sueños alzanzados.

Todos podemos acceder a este paraíso, está al alcance de nuestras manos, pero no todos somos capaces de apreciar su valor, de sumergirnos en él, de buscar, indagar, averiguar. Para muchos este lugar no es más que un simple recinto donde hay que guardar silencio, un simple espacio de consulta. Pero es mucho más.

Estos tesoros de los que os hablo son los libros, y el paraíso donde los podemos hallar, las bibliotecas. ¿Os imagináis la cantidad de historias que se guardan entre las paredes de una biblioteca? Puedes encontrar cualquier cosa, lo que sea, pero asusta. Cuanto más libros hay, te das cuenta de que sabes menos. Pero esa es la clave. Como dijo Socrátes: "Sólo sé que no sé nada".

Es imposible saber de todo, pero sí podemos intentar saber de algo, de lo que nos gusta, pero primero debemos asumir que no sabemos nada para así poder aprender. Creo que nadie duda que las bibliotecas son una gran fuente de conocimiento, pero yo, personalmente, las veo como un lugar de refugio y de paz. Cuando estoy en la biblioteca me siento tranquila, me sumerjo en la lectura que tengo delante y dejo que la vida pase.

A continuación os voy a enseñar algunas de las bibliotecas más bonitas del mundo. ¿A que son un auténtico paraíso?

Biblioteca del Trinity College, Dublín


Biblioteca del Monasterio de Wiblingen, Alemania


Biblioteca benedictina de la Abadía de Metten, Alemania


Biblioteca Sainte-Geneviève, París, Francia


Biblioteca de la Abadía de Saint-Florian, Austria


Biblioteca Di bella Arti, Milan, Italia


Anexo de la Biblioteca del Senado, París, Francia


Biblioteca de la Abadía de Saint-Gallen, Suiza


Biblioteca de la Abadía de Waldassen, Baviera, Alemania

miércoles, 24 de marzo de 2010

Palabras del pasado


Es curioso, pero me pasa muy a menudo. Hay palabras que me traen buenos recuerdos y se convierten en palabras añoradas. Es raro, a lo mejor sólo me pasa a mí, pero no creo que sea tan especial.

Hoy, con una simple palabra, toda mi niñez ha venido a mis recuerdos. "Mimbre". No es una palabra especial, no entraña ningún significado confuso. Pero es bonita, ya no solo por las letras que la forman sino por las historias que guarda.

Esta palabra hace que eche la vista atrás, 10 años atrás. O quizás algunos más. Yo tenía una silla de mimbre, era "MI" silla de mimbre, mi trono, mi confesionario. Era una silla pequeña, y no tenía otra caracterísitca mas que estar hecha con ramas de un arbusto, de un mimbrero. Hacía un ruido curioso, agudo, molesto. Si alguien se sentaba en mi silla, yo me enteraría. Su ruido era una especie de alarma. En ella me sentaba a leer, a ver la tele, a pintar...era mi compañera de ocio y trabajo.

Además el mimbre me recuerda a mi madre. Ella siempre ha tenido alguna canastita de este material en casa. Bien en el baño para colocar las pinturas, bien en la cocina para colocar el pan, bien como cesto donde meter la ropa de planchar. En mi casa siempre ha habido algún cesto de mimbre, como en otras muchas. Hoy también los hay.

"Mimbre". Aunque sólo se trate de un material, para mí es algo más, es una evocación a la paz, a la tranquilidad, a la simplicidad de las cosas y, a la vez, al trabajo que implica, a la importante y dura labor que realizan los artesanos.

También lo olores me llevan a días pasados...Pero eso lo dejo para otro día.

martes, 23 de marzo de 2010

Con la mano tendida


¿No tenéis a veces la sensación de estar atrapados en vuestra propia vida? ¿De no poder ir ni para alante ni para atrás? ¿De estar en manos del destino? Seguro que muchos no creeis en el destino, seguro que ni siquiera os habéis planteado estas preguntas, seguro que preferís vivir el día a día. Ojalá pudiera vivir sin pensar en el "qué pasará".

Por un instante me gustaría dejar la mente en blanco, sentirme libre de preocupaciones, de sentimientos, de pensamientos... Pero luego lo vuelvo a pensar... Qué triste sería una vida sin sentimientos ¿no?, qué aburrida sería la vida sin tener algo por lo que levantarte cada mañana, qué bueno es vivir, sentir, pensar....aunque a veces una nube nuble un buen día.

Pero es importante tener al lado gente que te quiera, que se preocupe por ti, que te haga sentir importante, en definitiva, que te valore. Estas personas están ahí, aunque en ocasiones nos sintamos solos, están muy cerca y siempre con la mano tendida y el hombro disponible. Suelen aparecer en momentos inesperados; otros suelen desaparecer cuando más los necesitas...pero en esta vida hay que quedarse con lo bueno, con lo que fue y no con lo que pudo haber sido. Hay que pensar en aquellos que están y no en los que nos fallaron.

Y no sólo hay que esperar de los demás. También hay que dar, estar disponible, también tender la mano. Porque la vida es dar y recibir. Os aseguro que es muy gratificante mirar a tu alrededor y verte rodeada de personas que te han hecho un huequito en sus vidas.

lunes, 22 de marzo de 2010

Pequeños placeres


Parece que por fin ha llegado la primavera, y con ella el buen tiempo, aunque no sé cuánto durará. El sol me pone de buen humor, me sube el autoestima, y la verdad que después de tantos meses de frío, se agradece el calorcito.

Y con el calor, viene el disfrute del buen clima. Es curioso como unos simples rayos de sol te permiten salir de la monotonía y hacer tu vida un poquito más agradable. Por ejemplo, hoy hemos decidido comer en la terraza, hemos sacado una mesita que había en la cocina y las sillas de la mesa del salón. ¡La comida nos ha sabido a gloria! (Por cierto, hemos comido el pisto que preparé ayer y...¡estaba bueno!, no es que lo diga yo, sino que lo han dicho mis compañeros de piso...) Mientras comíamos, el sol y la brisa nos acompañaban, y también el ruido de los niños que pasaban su ratito de recreo en el colegio que está en frente de nuestra casa. Adoro el ruido de los niños, las risas lejanas, los gritos de presencia...

Estos pequeños placeres son los que nos dan la felicidad, aunque sólo sea durante unos minutos. Es curioso como, después de tres meses de verano, de playa y de tiempo libre, muchas personas (entre las que me incluyo) desean volver a la rutina, que llegue el invierno y hacer lo de siempre...

Debemos aprovechar cada momento que vivimos. Igual que en invierno, un día de nieve es un día diferente, especial, también tenemos que aprovechar la tregua que el tiempo nos ha dado, disfrutar de los rayitos de sol y ya mañana Dios dirá...

domingo, 21 de marzo de 2010

Recuerdos culinarios


Acabo de terminar de hacer un pisto. Me encantaría decir que me salió de rechupete, pero es la primera vez que lo hago, así que me contentaría con que simplemente estuviera "bueno". No soy muy "cocinillas", pero me gusta comer bien. Soy bastante impaciente, y eso de esperar el tiempo justo para que las cosas queden bien... no es lo mío.

Sin embargo en mi casa las dotes culinarias vienen de herencia. Mi abuela mami (se llamaba Ana, pero todos sus nietos la llamábamos mami, porque así la llamaban sus hijos) era una maestra, la mejor cocinera del mundo, aunque esté mal que yo lo diga. Ella era andaluza y tenía un corazón que no le cabía en el pecho. Ese amor era el que ponía en las comidas y por eso siempre le quedaba todo tan rico.

Recuerdo cuando era pequeña e íbamos a comer a su casa. Desde el portal ya se olía la comida. Era fantástico subir por las escaleras y sentir como te acercabas al paraíso culinario. Además no sólo preparaba una comida, siempre tenía algo especial para los niños, para sus nietos, porque sabía que éramos más delicados con la comida. Si había hecho menudo (conocida en otros lugares como "callos"), para nosotros preparaba una tortilla, ´pescao´frito o espaghettis. Además nunca preparaba los platos dos veces de la misma manera porque no medía las cantidades, simplemente echaba un poquito de esto y un puñaíto de lo otro. Pero siempre le quedaba todo exquisito porque lo hacía con mucho cariño.

Mi madre y mi tía Mari heredaron este talento. A mi tía le gusta cocinar y siempre está innovando, probando cosas nuevas y, sobre todo, sanas. Además prepara muchas de las comidas que hacía mi abuela, y en muchas ocasiones parece que ha sido la mano de ella la que ha estado removiendo la cazuela. A mi madre le gusta menos cocinar, pero siempre está preparando algo. En mi casa, un día cualquiera, puedes encontrarte hasta cuatro comidas diferentes. La culpa de esto la tenemos mis hermanos y yo. Realmente yo como lo que haya, pero ella se molesta en hacernos lo que nos gusta, así que la cocina se convierte en un auténtico restaurante.

Me encantaría tener el don de la cocina, el don familiar, pero creo que tendré que conformarme con saber hacer algunas cosillas. La verdad que prefiero heredar el gran corazón que tenía mi abuela.

sábado, 20 de marzo de 2010

Mis soles y el silencio

Es sábado por la noche y estoy sola en casa. Mi novio y mi amigo (mis compañeros de piso) han salido a cenar y después irán a tomarse algo. En noches como esta echo mucho de menos a mis hermanos. Tengro tres: Cristóbal, de 19 años; Pablo, de 15 y Alejandro, de 6. Son mis tres soles. Y los echo de menos porque en mi casa, jamás, ha habido el silencio que hay ahora mismo en mi piso. Realmente no me gusta el silencio, no me gusta no escuchar nada. Me da miedo.

Quizás esto se deba a que desde siempre el ruido ha sido el protagonista de mi casa. Peleas entre hermanos, enfados con mis padres, que si tírame esto (mi casa tiene tres plantas), que si coges el teléfono arriba...en fin, que fuera por lo que fuera, mi familia no se caracteriza por ser silenciosa. Es curioso, porque recuerdo que cuando me quedaba a dormir en casa de mis amigas ellas siempre tenían mucho cuidado por no hacer ningún tipo de ruido: caminaban de puntillas, cerraban las puertas con cuidado, hablaban bajito... En mi casa nunca ha sido así, no he tenido que quitarme los tacones para no despertar a nadie... Y me encanta.

Y esto también ocurre a la hora de dormir. Desde que tengo uso de razón en mi casa se ha dormido con la radio puesta. Mi padre la ponía en su habitación y la escuchábamos todos. Porque esa es otra costumbre de mi casa: nadie duerme con la puerta cerrada. La radio forma parte de nuestras vidas y tal es así, que mi hermano pequeño no puede dormir sin ella, y cuando a mi madre se le olvida ponerla es él quién la enchufa.

De cualquier manera, la verdad es que no me gusta la soledad. Soy incapaz de estar sola, el aburrimiento se apodera de mí, y lo que es peor, la pena. Cuando estoy sola mi cabeza empieza a dar vueltas y mis pensamientos se atoran, se apoderan de mi razón y estalla el conflicto interno. Odio el silencio, odio la soledad. Y adoro a mis hermanos.

viernes, 19 de marzo de 2010

Descubriendo España

Estudiar en Salamanca tiene muchas ventajas. Es una ciudad universitaria con mucho ambiente, la ciudad es preciosa y tiene lugares increíbles para visitar. Pero una de las cosas que estoy haciendo desde que estudio aquí es conocer partes de nuestro país que nunca antes había visitado. De esta forma he ido a Valladolid, a Santander, a Madrid y hoy le ha tocado a Extremadura, en concreto a Mérida.

¿Mérida? ¿Pero qué hay en Mérida? Pues no lo sabía hasta hoy. Mis amigos y yo nos hemos levantadao a las 8 de la mañana y hemos cogido el coche en dirección a la capital extremeña. Principalmente queríamos pasar un buen rato, pero también conocer los restos romanos que yacían bajo la ciudad.

270 kilómetros separan a Mérida de Salamanca, 2 horas y media de camino, de música, de risas y de alguna que otra cabezada. Cuando por fin llegamos a tierras emeritenses lo primero que hicimos fue ver el antiguo acueducto romano que está a las afueras de la ciudad, después buscamos un punto de información y tratamos de conseguir un mapa. Con este instrumento en nuestro poder, la capital extremeña nos quedaba al descubierto.

Estos son las zonas que hemos visitado. El Teatro Romano.



El Anfiteatro Romano



El Museo Romano




La Aldazaba





Estosa son sólo algunos ejemplos de los maravillosos yacimientos que he podido ver esta tarde. Acabo de llegar a Salamanca hace apenas 15 minutos, y auqnue estoy cansada, quería enseñaros lo que he descubierto. Y es que muchas veces pensamos en irnos a Roma, a Nueva York, a Londres, pero, ¿conocemos lo que tenemos en nuestro país? Por supuesto que todas las ciudades que he mencionado son interesantes, pero también podemos intenatr descubrir qué es lo que se esconde en pequeños rincones de España.

Espero hacer más vistas como estas y así mostraros lo que veo. ¡Ah!, que se me olvidaba, felicidades a todos los padres y a todos los José´s , Pepe´s , Josefa´s o Pepa´s de España.

jueves, 18 de marzo de 2010

En su recuerdo

Hoy ha sido un día un poco triste. He tenido que decir adiós a una persona, un adiós para siempre. Era un hombre bueno, padre de familia y un gran trabajador. No lo conocía demasiado aunque formó parte de mi vida durante tres años, estaba para ayudarnos y también para reñirnos, pero sobre todo para que fuéramos conscientes de la responsabilidad que, como universitarios, deberíamos asumir.

Hoy, las personas que compartimos algún momento de nuestra vida con él hemos ido a despedirlo. Y mientras estaba en la iglesia me di cuenta de una cosa: cada uno recoge lo que siembra. El templo estaba lleno, todos estaban allí para apoyar a la familia y para decir adiós a un gran hombre. Y de repente pensé: "me gustaría que el día de mi funeral hubiera tanta gente como aquí". Realmente le querían, realmente le apreciaban, realmente se le va a echar de menos.

La culpa de todo la tiene una terrible enfermedad, la enfermedad del siglo XXI, esta enfermedad de la que ni el más sano se salva: el cáncer.

La vida es muy corta, lamentablemente para este hombre fue así. No podemos saber cuánto tiempo vamos a tener para disfrutar de los pequeños momentos, para disfrutar de las personas que queremos y a los que realmente les importamos.

Antes no me atreví a acercarme a su familia, quería respetar su momento, su recogimiento. Desde aquí: LO SIENTO.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Una vida virtual


Hoy he dedicado la tarde a adelantar trabajo pendiente. En una de las asigantura que tengo (Internet para la comunicación) el profesor nos ha mandado como tarea que busquemos algún punto de Facebook sobre el que investigar. Debo confesar que no soy muy adicta a las redes sociales, y aún menos a Facebook. Aún así, después de haber estado algunos días investigando, cotillenado en los perfiles de la gente y leyendo artículos llegué a una conclusión: voy a preguntarle a mi prima Ana que está todo el día engachada a esta red social. Mi prima es treinteañera y la hermana que nunca tuve, siempre está ahí para aconsejarme y darme alguna solución. Bueno, sin rodeos. Me llamó por teléfono y me empezó a contar el uso que ella hace del Facebook. Me he quedado impresionada, ¿hasta qué punto la gente está condicionando su vida a esta herramienta?

En primer lugar os planteo un problema, ¿dónde queda nuestra privacidad con el uso de esta herramienta? Aunque utilicemos filtros de privacidad, cualquier amigo puede, por ejemplo, subir una foto que no queramos aunque después la quite, ¿cuánta gente la ha visto? Más allá de esta reflexión que yo me planteo, ¿para qué utiliza realmente la gente las redes sociales? Mi prima me ha confesado que está "enganchada" y además me ha asegurado: "los treinteañeros estamos peor con el facebook que los adolescentes con el tuenti". Me ha contado varios ejemplos de amigos de ella y me he quedado alucinada con uno en concreto: Una amiga de ella (desconozco su nombre) escribe minuto a minuto en el facebook lo que está haciendo, así por ejemplo pone: "Ahora estoy en la cola del supermercado", "me estoy dabdo un baño relajanta de espuma". ¡No me lo podía creer! ¿De verdad hay gente que hace esto? ¿Qué necesidad tienen de contar al resto del mundo lo que hacen en su vida? ¿Acaso necestitan reafirmarse? De hecho Ana me ha confesado que existe un"pique interno" para ver quien tiene más visitas, más comentarios, más canciones... "Patri es como un Sálvame Deluxe virtual".

En general, todos ven los puntos positivos de las redes sociales. Es cierto que con Facebook puedes encontrar a gente que hace mucho tiempo que no ves, puedes dar a conocer tus ideas y pensamiento, o puedes ayudar como ocurrió con el terremoto de Chile, pero ¿estamos condicionando nuestra vida a las redes sociales? Supongo que cada uno le dará un uso diferente, pero sólo quiero advertiros que hay vida más allá de la virtual. ¿No es mejor tomarse un café con un amigo? Si ya es complicada la vida real, ¿por qué complicárnosla en la red?

martes, 16 de marzo de 2010

Bienvenidos a este nuevo mundo


Sin mucho que contar, pero con muchas ganas de compartir me he decidido a plasmar en este blog todo aquello que me pase por la mente o que me suceda en mi vida diaria. Ya os advierto que mi vida es aburridamente normal: voy a la facultad de comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca, comparto piso con mi novio y un amigo, mi familia vive en El Puerto de Santa María (Cádiz), y mi sueño es ser una periodista independiente... Como veis, mi vida no es nada especial.
Desde siempre me ha gustado escribir, de hecho me decidí a estudiar periodismo por esta razón. Pero entre el ajetreo de las clases, los pormenores familiares, los sentimientos confusos y el estrés que me caracteriza, he dejado de lado este hobbie, de hecho creo que se me ha olvidado.
Siempre he pensado que cada persona se caracteriza por ser bueno en algo o por ser apasionado de algo: está el que es bueno jugando al fútbol, la que es buena patinando, el que le encanta la música rock, la que adora la literatura... Yo nunca me he considerado buena en nada ni apasionada de nada. Vale, sí, me gusta escribir pero no me considero una apasionada porque si lo fuera, ¿lo habría dejado? En fin, sea como fuere, lo cierto es que hoy he decidido que voy a volver a escribir, buscaré el tiempo de donde sea y dedicaré un ratito cada día a escribir algo, lo primero que se me ocurra, aunque sea para hablar de tortugas...